
La aplicación es una técnica de bordado que consiste en usar trozos de tejidos que, cosidos durante el bordado, añaden textura y color al diseño. Se usa tanto por motivos estéticos como por el importante ahorro de puntadas que se consigue, ya que se añade color a superficies sin necesidad de recubrirlas de puntadas de bordado.
Aunque es aplicable en todo tipo de bordados, es muy común usarlo en temas de bebé e infantiles. Cualquiera que sea el campo de aplicación, se consiguen resultados muy variados cambiando simplemente la tela usada para el aplique.
La técnica se lleva a cabo de la siguiente manera:








